Poesias de Navidad
La Virgen y San José
iban a una romería;
la Virgen va tan cansada
que caminar no podía.
Cuando llegan a Belén
toda la gente dormía.
-Abre las puertas, portero,
a San José y a María.
-Estas puertas no se abren
hasta que amanezca el día.
Se fueron a guarecer
a un portalico que había,
y entre la mula y el buey
nació el Hijo de María.
Tan pobre estaba la Virgen
que ni aun pañales tenía.
Se quitó la toca blanca
que sus cabellos cubría;
la hizo cuatro pedazos
y al niñito envolvía.
Bajara un ángel del cielo,
ricos pañales traía;
los unos eran de hilo,
los otros de holanda fina.
Volvió el ángel al cielo
cantando el Ave María.
ALEGRAOS PASTORES
Alegraos, pastores
Alegraos, pastores,
ya viene el albore.
Tened alegría,
que ya viene el día.
Alégrese el suelo
con tal regocijo,
pues de Dios el Hijo
hoy baja del Cielo
y en humano vuelo
por nuestros amores.
Alegraos, pastores,
que viene el albore.
Tened alegría,
que ya viene el día.
(Lope de Vega)
¿Quién ha entrado en el portal de Belén?
¿Quién ha entrado en el portal,
en el portal de Belén?
¿Quién ha entrado por la puerta?
¿quién ha entrado, quién?
La noche, fría, la escarcha
y la espada de una estella.
Un varón -vara florida-
y una doncella.
¿Qién ha entrado en el portal
por el techo abierto y roto?
¿Quién ha entrado que así suena
celeste alboroto?
Una escala de oro y música,
sostenidos y bemoles
y ángeles con panderetas
dorremifasoles.
¿Quién ha entrado en el portal,
en el portal de Belén,
no por la puerta y el techo
ni el aire del aire, quién?
Flor sobre impacto capullo,
rocío sobre la flor.
Nadie sabe cómo vino
mi Niño, mi amor.
(Gerardo Diego)
Canción al Niño Jesús en Nochebuena
Para arrullar al Amor,
desveladito y al hielo,
tocando están los pastores
pastoriles instrumentos.
¡Qué suaves, qué sonoros,
qué apacibles y qué tiernos!
Y dice un zagal:
-¡Ta, ta, ta,
que el Niño Dios durmiéndose va!
Y canta un pastor:
-¡Ro, ro, ro,
que dormido se queda mi Amor!
Del viento blando
herido el laurel, sus hojas suspiran
(Romance popular)
Por los montes y collados
los pastores se descuelgan;
unos traen pañales,
otros mantillas de seda,
y otros los tarros de leche
para que el Niño bebiera.
Quince borriquillos traen,
todos cargados de leña
de encina, roble y cajiga,
de la más seca y más buena.
De carneros de dos años
traen más de docena y media,
y otros tantos de corderos
y a la Virgen se los llevan.
Seis hogazas de pan blanco
hacen también buena cuenta,
azafrán, pimienta y clavo,
anises y alcaravea.
Estando todos reunidos
dispusieron buena cena,
y después de haber cenado
hacen un baile de cuenta,
que hubo un pastor que quebró
seis pares de castañuelas.
de ver la función tan buena.
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